El rostro y las manos de Doña María
La encontré sentada en las escalerillas de una vieja plaza huamachuquina. Me senté a su lado con la intensión de iniciar un coloquio. Su nombre es como la madre de Jesús, aquella mujer que fue concebida por obra y gracia del espíritu santo, tiene una edad que se trasluce en su rostro y en sus manos. Nació en el año 1934, en una noche sin luna.
Desde pequeña le enseñaron a pastear las ovejas, sembrar el maíz y recoger la leña para el hogar, pero nunca descuidaba sus estudios, que en ese entonces para llegar a la escuela, tenía que caminar horas y horas.
Lo que más extraña de ser niña, es jugar en el campo, recuerda que antes se revolcaba en el verde pasto, veía como las estrellas adornaban el cielo. Se convirtió en una señora campesina hasta el día de hoy, lo que aprendió de niña, lo realiza a la edad de 73 años, y con mucho amor.
3 comentarios:
Magnifico relato grafico, el B&N le agrega dramatismo. Saludos y Felicidades.
Solo con las fotos no puedo dejar de emocionarme. Describis muy dulcemente el paso del tiempo.
Y pienso... la vida se honrra en cada pliegue de su cara, en sus ojos cansados.
Doña Maria es maravillosa y tus fotos también, que expresión y que manos… realmente emocionante
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