sábado, julio 28, 2007

Retrato

Sentado en la plaza de armas de Huamachuco, junto a su padre, y su mascota.

Retrato

Desenfokado

Estaba tras los arbustos, llevaba puesto una chompa de lana a cuadros, un buzo negro y unos desgastados yanques. Su papá, trabaja como guía turístico en el pueblo de Wiracochapampa, ciudadela famosa por su infraestructura de piedras incas.

Desenfokado

miércoles, julio 25, 2007

Las nubes de algodón

No tengo palabras para describir la sierra liberteña del Perú. Las nubes, parecen algodón, te dan ganas de cogerlas, y el cielo, esparce una tonalidad agradable para fotografíar. A esta señora la encontré pasteando sus vacas en la puerta de la ciudadela de piedra de Marcawamachuco, a media hora del pueblo de Huamachuco.

Una pintada

martes, julio 24, 2007

Hecho en Perú

Coloridos telares que se venden en la isla. Sus diseños son creados por los artesanos del lugar, podemos encontrar el famoso calendario inca, imágenes bordadas del Lago Titicaca, chalinas hechas a base de piel de vicuña, los creativos chullos y vasijas talladas en checos.

Katherin

Quedó atrapada en el espejismo de la albufera.

Katherin

Niños del Titicaca

Navegando en un bote por las mansas aguas del lago Titicaca, visité la isla flotante Uros de Kontiki, a una media hora del Departamento de Puno. En el atractivo lugar que es construido a base de totora, me encontré con tres niños, muy simpáticos y agradables, tenían los ojos chinos a causa del sol, vestían trajes típicos de la zona, y sonreían pues, como para retratarlos.

lunes, julio 23, 2007

Te perdí entre la lluvía

Te miro por la ventana,
veo tu camino,
la lluvia nos enjuaga el alma,
ya estoy cerca de ti.

Llego al pueblo,
te busco y no te encuentro,
mis recuerdos se desvanecen,
amor ¿dónde estás?

Mojo mis manos,
mi rostro,
siento la humedad,
el frío de tus besos,
….
Ya no sé que hacer,
te busco por todos lados,
no quiero perderte,
tu cuerpo es mío,
y tú sombra también.

El rostro y las manos de Doña María

La encontré sentada en las escalerillas de una vieja plaza huamachuquina. Me senté a su lado con la intensión de iniciar un coloquio. Su nombre es como la madre de Jesús, aquella mujer que fue concebida por obra y gracia del espíritu santo, tiene una edad que se trasluce en su rostro y en sus manos. Nació en el año 1934, en una noche sin luna.

Desde pequeña le enseñaron a pastear las ovejas, sembrar el maíz y recoger la leña para el hogar, pero nunca descuidaba sus estudios, que en ese entonces para llegar a la escuela, tenía que caminar horas y horas.

Lo que más extraña de ser niña, es jugar en el campo, recuerda que antes se revolcaba en el verde pasto, veía como las estrellas adornaban el cielo. Se convirtió en una señora campesina hasta el día de hoy, lo que aprendió de niña, lo realiza a la edad de 73 años, y con mucho amor.

Dos momentos.

Estaba parado en la puerta de su hogar, sentía miedo salir, solo observaba a la gente pasar. Cuando me acerqué, sintió más vergüenza, se sonrojo, se tocó las manos y bajo su mirada. ¿Cómo te llamas?, le pregunté. No me respondió. Le estreche mi mano, le sonreí, le volví a preguntar su nombre, pero no obtuve respuesta.

Al despedirme, después que había captado la primera imagen, una imagen cargada de sentimiento, le dibujé una sonrisa de oreja a oreja, le hice un ademán de adiós, y justo al voltear, me cogió de mi mano derecha, y muy alegremente me contestó. Fueron dos momentos, el primero la timidez que tuvo este niño, quizá por el lente de la cámara, o talvés por mi presencia, la última, refleja la alegría, el encanto de un pequeño que vive en el edén andino de la Libertad.

miércoles, julio 18, 2007

Don Carlos

No es un poblador cualquiera de la ciudad de Contumazá, es sumamente especial, y digo especial, porque este señor, de tez blanca, con audífonos en los oídos, visera blanca y con un diente de oro, tiene 96 años de edad y probablemente es el hombre más antiguo de esta ciudad.

Su alegría brilla al igual que su diente de oro, cuando conversé con él, tardé un promedio de 4 horas. No me arrepiento el tiempo que le dediqué, pues, aprendí mucho de él. Una de las cosas que me enseñó Don Carlos, es que cuando uno llega a ser anciano, lo que no debe de faltar en su vida, es una sonrisa contagiante.

Un anochecer en Contumazá

Ya sea de tarde o de noche, nuestra serranía, siempre nos enamorará con mágicos paisajes.

Un anochecer

domingo, julio 15, 2007

Atardecer en Contumazá

El horizonte de un atardecer en el publo de Contumazá, es realemnte expectacular.

Un atardecer

jueves, julio 12, 2007

Mi cruz

No quiero convertir mi vida en un infierno,
no quiero pensar que mis padres se separarán,
y se irán cada quien por su camino,

Tengo miedo de mi mismo,
del quehacer de mis sueños,
de los amigos que me necesitan,
de los mendigos sin importancia,
Tengo que luchar contra mi urbanidad,
de los harapientos en cada esquina,
de los niños pidiendo limosna.
Tengo que vencer las hipocresías,
de la gente de mierda que mira con desprecio.

No sé en que terminará todo esto, en realidad
tengo lágrimas en los ojos,
y es por tristeza.
Siento rabia de no hacer nada,
de ver a mis viejos luchando por un futuro mejor.

martes, julio 10, 2007

Una rosa

Quimera de colores,
rojo incandescente,
lluvia de alegría.
Tus pétalos perfectos,
dibujan mi vida,
tu tallo natural,
sostiene tu belleza.
...
Rosa de amores,
desnuda y poética,
de hojas frescas,
con espinas incrustadas,
con una inusitada mirada.

Mi interior.

Te miro desde el cielo,
sola y acongojada.
¿Qué pasó?
No lo sé.



Esta noche tengo ganas,
ganas de escribirte,
de recordarte,
de observate a través
de mi espejo.
¿Dónde estás?
Intento buscarte,
te miro desde el cielo,
veo tu cuerpo,
pero no tu alma...

sábado, julio 07, 2007

Sueño profundo

La pobreza no es un sueño, es una realidad.

Sueño profundo

miércoles, julio 04, 2007

Ronaldo

Una sonrisa llena de paz.

!Mírame!

Nuestro Perú

El Perú esta lleno de colores, olores y amores.

Ocho simpáticas danzantes

Mi pasado

Estoy tan lejos de ti,
observo mi pasado,
intento escapar,
pero no puedo.
...
No sé donde estoy,
ni a donde voy.
Soy un niño,
que vive encerrado,
lleno de realidades injustas.

Mi pasado