Interior

Tus palabras marcaron

mi alma,

y mis golpes marcaron

tu cuerpo.

Ya no quiero sufrir.

Soledad

Cerré los ojos en silencio

y soñé que te tuve

entre mis brazos.

Soledad

Hay aguas...

Como el título de una de las obras de laureado escritor Paulo Coehlo “A orillas del río piedra me senté y lloré”.

Ahora yo, me arrodillé en este riachuelo y bebí de tus aguas. Sentado. Meditando, respirando el medicinal aroma del eucalipto.

Recojo una hoja seca, quiero escribir con la tinta de tus dedos, quiero plasmar la pureza de estás aguas, aguan tranquilas y feroces, aguas que recorren lugares…

Hay aguas tan puras,
Sin dolor,
Sin lágrimas.

Hay aguas que corren,
Que se alejan,
Que se van.

Hay aguas que se detienen,
Que Gozan,
Que ríen de la vida.

Mi Ángel

En memoria de mi hermano...

Todos tenemos un ángel,
un ángel que estará siempre prendido
en nuestros pechos,
prendido como un crucifijo de piedras
labradas por las manos de Dios.
...
Yo tengo un ángel,
es mi adoración,
todos los días la veo,
está en cada rincón de mi vida.
...
Aquel ángel, me da libertad,
me entrega sus alas para poder volar
hacía el cielo, hacía el infinito.
Es tan buena honda,
que cada vez que estoy cabizbajo,
qe acerca y acaricia mi rostro.
...
Hasta cuando estoy mareado,
mi ángel, es mi camino, mi guía,
mi verdad, amor y vida.
...
Ese ángel, eres tú hermano EMERSON.

Andanzas

Caminaba, caminaba sin cesar...

Andanzas

Larga espera

Un señor, de aproximadamente ochenta años, espera que alguna persona lo contrate para cargar sus bultos.

Larga espera

Paradero

Uno de los paraderos que se encuentra en la carretera para llegas a la ciudad de Cascas. Aquí, la gente aprovecha las paradas de los buses, para vender sus diversos productos.

Paradero

Un minuto de silencio

Quisiera hacer un minuto de silencio para todos mis compatriotas peruanos de la ciudad de Ica y Pisco, que están viviendo un infierno en este momento. En horas de la tarde, de ayer, un inesperado terremoto arrasó con más de 510 personas y 1615 heridos. Dios no quiera que incremente el número de fallecidos. Todas mis condolencias a la distancia para todas las familias que sufren en carne viva este dolor. El país entero está de una u otra manera apoyando en esta gran cruzada. El Perú se da la mano, porque todos somos hermanos, es por eso, que pido, a ustedes estimados lectores, que día a día visitan mi blog, un minuto de silencio…

Un minuto de silencio

Contumacinos

Dos pobladores del pueblo de Contumazá, sentados en la misma silla de siempre.

Contumacinos

Distancia

Un día, mi viejo amigo de la secundaria, quiso retratarse en el cementerio de Miraflores de mi ciudad. La petición me lo hizo a través de mensajes por el correo electrónico. Cuando llegamos al cementerio, todas las ideas se habían desvanecido, pero una virgen, que cargaba rosas entre sus manos, hizo que Jaime Alayo, miré en contrapicado a la cámara.

Distancia

El último adiós

Una monja rebelde vaga por los panteones del cementerio de Casa Grande. Se siente sola, sola como la rosa que carga entre sus dedos. En pies descalzos y con el llanto en la boca, grita desconsoladamente que nuestro redentor le devuelva el alma de su hijo.

No siente paz, ¡no!, no la tiene, porque en vida, maltrato físicamente al menor, y ahora está arrepentida de los malos actos que realizó. Vestida con su atuendo negro, Penélope, no se resigna a la muerte del menor, aún late en su corazón, una esperanza, un camino de salvación que le guiará donde encontrar el ataúd.

Las esculturas de las lápidas la observan pasar. Ella, con la cabeza gacha sigue deambulando. Su tristeza se refleja en su penetrante mirada, larga es la espera, larga…

De repente, luego de tanta angustia y dolor, una lágrima cae de uno de los nichos, es él, su hijo, respondió al llamado de su madre. Penélope, lo carga, observa el ataúd, lo acaricia, lo abraza, se acuesta junto a él, pidiéndole perdón.

Todo esta en silencio, ni las lechuzas se atreven a pararse por los escombros de los panteones, nada, todo calmado. La monja rebelde en un momento de desesperación intenta llevar el cajón, pero Dios no le permite la cruel decisión. El niño necesita descansar en paz, su cuerpo tendrá que dormir para toda la eternidad.

La monja rebelde, deja caer la cruz que llevaba cargado entre hombros, ahora tiene paz interior, está más serena, da un suspiro, y sin mirar atrás le deja la rosa, esa rosa que cargaba entre los dedos.

Proyecto Fotográfico realizado en la ciudad de Casa Grande, en el mes de marzo del 2007.

Ganador de una mención honrosa en el Concurso Nacional de Fotografía en la ciudad de Puno, organizado por la Asociación Peruana de Estudiantes de Comunicación Social.
Publicado en la primera edición de la revista Visión Urbana de Trujillo.

Mi tumba

Mi alma esta vagando
en aquel cementerio
que me vio persignarme
cuando era niño.
...
Escribo estás líneas,
vacías, muertas.
Quiero que contestes,
pero aún te escondes.

En este ataúd estoy yo,
la corona que me acompaña,
eres tú.
Estoy muerto.
Lo sé.
…
Toda la gente nos observa,
en sigilo dialogan porque
después de la muerte
aún estamos juntos.
...
¿Será el amor?
Dímelo de una vez.

Atardecer en Huamachuco

Descubrir horizontes escondidos por el sol, se hace cada vez más intenso. Contemplar el enigmático mundo que se encuentra detrás de esa luz incandescente, que ilumina mi rostro y se refleja en el vidrio de la ventana, son imágenes que mi mente no dejará de olvidar durante la existencia de mi vida.

Un horizonte

Un sentimiento

Casi nunca hablo del porque el blanco y negro en mis fotografías. Son realidades distintas, cuando capto una imagen, trato de congelar el tiempo en una mirada distinta que se convierte en un solo momento: el sentimiento por la fotografía. Es una conexión con la realidad, se trata de compartir experiencias con las personas que nos rodean, en conclusión, la fotografía para mí es mi vida.

Pasteando

Un pequeño reciclador

Esta es una de las fotografías que quedó entre las 84 muestras que seleccionaron en un concurso realizado por Niños del Milenio, en la ciudad de Lima. En el día de la premiación, hubo una exposición itinerante de las fotografías, y me sentí tan agradecido que una de mis imágenes esté entre tantas bellezas.

Luis